Las leyes permisivas sobre armas en EE.UU. contribuyen a la violencia en el extranjero
Uno de los pilares clave en la agenda de seguridad interna de la administración de Trump es proteger a los Estados Unidos de la entrada de crimen y violencia; sin embargo, rara vez se considera el papel que desempeña EE.UU. en la exportación de violencia a otras naciones. Hoy, un nuevo informe del Center for American Progress examina el problema de las armas de fuego de EE.UU. que son utilizadas para cometer delitos violentos en otros países, así como el grado en que las leyes permisivas y las altas tasas de producción de armas de fuego en este país precipitan la violencia en el extranjero.
Analizando datos de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), el informe encontró que tan sólo entre 2014 y 2016, más de 50,000 armas de fuego originarias de Estados Unidos fueron recuperadas como parte de investigaciones criminales en 15 países de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe. Además, con la existencia de pocas regulaciones cuyo objetivo es reducir el tráfico desenfrenado de armas desde los Estados Unidos hacia países cercanos, el impacto ha sido inmediato y devastador.
"Armas que son originalmente compradas en EE.UU. se utilizan en países vecinos para cometer un delito al menos cada 31 minutos", dijo Chelsea Parsons, Vicepresidenta de Política de Armas y Crimen del Center for American Progress y coautora del informe. "Para enviar armas al exterior, los traficantes están explotando las mismas lagunas en las leyes estadounidenses que facilitan el tráfico ilegal de armas domésticas. Tenemos la obligación moral para encontrar soluciones políticas con sentido común para mitigar la exportación de estas herramientas de violencia."
"Es nuestra responsabilidad tomar medidas significativas para detener el flujo ilegal de armas a través de nuestra frontera del sudoeste. Abordar este problema no debería ser tan difícil?muchas de las reformas necesarias, como exigir informes sobre las ventas de múltiples armas de fuego, son extremadamente simples y de ninguna manera afectarían la capacidad de los ciudadanos para comprar armas", dijo la Rep. Norma J. Torres (D-CA).
"La administración de Trump se ha dado a la tarea de demonizar a los mexicanos como perpetradores de violencia, pero esa política racista descuida el hecho de que cada año se pasan de contrabando de Estados Unidos a México cientos de miles de armas", dijo Eugenio Weigend, Director Asociado de Política de Armas y Crimen y coautor del informe. "México está experimentando su tasa más alta de homicidios en los últimos 20 años, y el porcentaje de homicidios cometidos con arma de fuego saltó del 15 por ciento en 1997 al 66 por ciento en 2017. Estados Unidos necesita hacer más para reducir su papel en esta carnicería."
El informe ofrece una serie de recomendaciones de política para frenar el flujo de armas de fuego en el extranjero y minimizar el papel de los EE.UU. en armar la violencia en los países vecinos. Estas soluciones incluyen:
- Instituir la revisión de antecedentes en todos las transacciones de armas
- Hacer que el tráfico de armas y las compras paja sean delitos federales
- Requerir el informe de venta de múltiples armas largas
- Mayor acceso a los datos internacionales sobre el tráfico de armas
- Rechazar los esfuerzos que debilitan la supervisión de las exportaciones de armas de fuego